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Cómo cuidar la capa de ozono desde la agricultura

La vida en la Tierra es posible gracias a la capa de ozono. El uso de sensores ópticos para optimizar la fertilización nitrogenada y la diversificación de cultivos con leguminosas son prácticas sustentables que cuidan esta frágil y vital capa de gas.

Por: Fernando MoralesDivulgación-CIMMYT
14 de septiembre de 2020

Texcoco, Edo. de Méx.- El 16 de septiembre es también el Día Internacional de la Preservación de la Capa de Ozono. Además, este año se cumplen 35 años de acciones para cuidar esta delicada franja de gas que protege a la Tierra de los rayos del Sol. Aunque ha habido avances importantes, sigue siendo un problema que involucra a todos.

Sin la luz solar no habría vida en el planeta, pero sin la capa de ozono la vida no sería posible tal y como la conocemos pues protege a todos los seres vivos de la mayor parte de la dañina radiación ultravioleta del Sol que puede causar, entre otras cosas, quemaduras y cáncer en la piel, cataratas en los ojos, problemas con el sistema inmune y alteraciones en la fotosíntesis de las plantas.

Hoy se sabe que el “agujero” en la capa de ozono forma parte de un fenómeno natural (diferente del calentamiento global) que ocurre en los polos durante el invierno, pero que es agravado por la emisión de gases clorofluorocarbonos (provenientes principalmente de la industria) que pueden permanecer en la atmósfera hasta por 100 años.

También el óxido nitroso es un gas que afecta la capa de ozono. Este gas contaminante es producto de la síntesis y aplicación de fertilizantes nitrogenados que son empleados en la agricultura, por lo que es fundamental optimizar su aplicación ya que una importante cantidad de estos fertilizantes se pierde durante ese proceso (se estima que en México y otros países en desarrollo las pérdidas promedio de nitrógeno por volatilización son de 18%).

Ya que el nitrógeno es un nutriente esencial para las plantas (en especial para el crecimiento y la fotosíntesis) que solo es asimilable por ellas a partir de un complejo ciclo, la fertilización nitrogenada es fundamental. Afortunadamente, la Agricultura Sustentable brinda alternativas tanto para optimizar como para reducir la aplicación de fertilizantes nitrogenados, pues además una inadecuada fertilización nitrogenada contribuye a la contaminación de acuíferos.

El uso del sensor GreenSeeker® (que lee el “verdor” de las plantas y la densidad del follaje) permite hacer un uso racional del fertilizante nitrogenado al determinar con mayor precisión la dosis que los cultivos requieren. Esto favorece una mayor uniformidad del cultivo, un ahorro importante de fertilizante y —en consecuencia— una optimización de este.

Además del uso de sensores ópticos, la diversificación de cultivos con leguminosas es una práctica sustentable que permite reducir el uso de fertilizantes nitrogenados —y en determinados contextos permite prescindir de ellos— ya que las leguminosas fijan nitrógeno de manera natural (y son nutritivas, ayudan a controlar malezas, rompen ciclos de plagas y reciclan nutrientes).

Las leguminosas mejoran las condiciones del suelo debido a que son fijadoras de nitrógeno. Esta función la realizan mediante la simbiosis de sus raíces con los rizobios (Rhizobium spp.), bacterias que forman nódulos en las raíces de las plantas y están presentes de manera natural en el suelo, pero que se “activan” cuando se siembran las leguminosas.

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