El manejo agroecológico es una opción para evitar daños por esta plaga.
Por: Luz Paola López y Carolina Domínguez, Intensificación Sustentable para América Latina del CIMMYT.
24 de mayo de 2016.
El gusano cogollero (Spodoptera frugiperda), como su nombre lo indica, es una plaga que afecta el cogollo de la planta de maíz; se manifiesta desde la etapa de plántula hasta el periodo de madurez, causando daños que pueden originar la pérdida de 50% de la producción en México (Blanco et al., 2014). Por lo anterior, es una de las principales plagas de América y El Caribe, y se encuentra desde el norte de Argentina hasta el sur de Canadá. Aunque especies similares se pueden encontrar en África y Asia.
Si hablamos de los signos de infestación de gusano cogollero, podemos mencionar:
- Daños en el cogollo de la planta en todos los estadios larvarios, generándose pérdida de área foliar, que se traduce en disminución del potencial de rendimiento del maíz.
- Daños como gusano trazador (del tallo), a partir del estadio L3, lo que ocasiona, según la incidencia de la plaga, disminución de la densidad de población del cultivo hasta más de 50%.
- Daños en la mazorca en la etapa reproductiva de la planta, al perforarla y dañar directamente el grano, lo que ocasiona pérdida de rendimiento y un foco de infestación.
No obstante, una de las herramientas empleadas para el manejo de este gusano es la trampa de feromonas sexuales, un método semiquímico que se usa para el monitoreo de poblaciones a través de la confusión en el apareamiento, con lo cual se controla la densidad de la plaga.
La feromona se coloca en una garrafa para atraer a los machos y ahogarlos en una solución de agua y jabón, evitando con ello el apareamiento y la reproducción de la especie. A continuación enlistamos los materiales que se requieren para las trampas y describimos el procedimiento para prepararlas*:
Materiales
- Cápsulas de feromona sexual para gusano cogollero
- Garrafa de plástico de 10 a 20 litros
- Estaca de madera de 2 a 2.5 metros
- Dos trozos de alambre o hilo de 20 centímetros
- Agua y jabón sin perfume
- Guantes de látex
Procedimiento
(Usa guantes de látex para evitar el contacto con las manos.)
- Abrir tres ventanas en las paredes de la garrafa; dejar una pequeña pared de 10 cm de altura con respecto al fondo y colocar el agua con jabón.
- Hacer un orificio en la parte superior al centro de la garrafa para insertar un trozo de alambre, amarrar la cápsula de feromona en el extremo inferior de éste y colgarla al centro de las ventanas.
- Sujetar la garrafa a la estaca con un trozo de alambre o hilo, de tal forma que podamos quitarla y ponerla.
Las cápsulas de feromona tiene un alcance de hasta 50 metros a la redonda, por lo que se recomienda distribuir cuatro trampas por hectárea, a 25 metros de las orillas. El gusano cogollero puede atacar en cualquier etapa de crecimiento del maíz, por lo que es importante usar las trampas inmediatamente después de la siembra y durante toda la temporada. Las cápsulas tienen una vida útil de 30 días y se deben cambiar para asegurar su eficacia.
¿Quieres conocer más sobre el manejo del gusano cogollero?
Consulta la Revista EnlACe no. 31
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Conoce el libro sobre plagas del maíz publicado por el CIMMYT: http://libcatalog.cimmyt.org/download/cim/4941.pdf
Referencias:
* Manejo agroecológico del gusano cogollero: trampas con feromonas, folleto técnico no. 5, Hub Bajío-INIFAP.
Blanco, C. A. et al., 2014. Maize pests in Mexico and challenges for the adoption of integrated pest management programs. Journal of Integrated Pest Management, 5(4), pp. E1-E9.