9 de diciembre de 2014.
Es una enfermedad sistémica causada por el hongo Sporisorium reilianum, que afecta la espiga y la mazorca del maíz, lo que ocasiona pérdidas en el rendimiento y el ingreso de los productores. Los síntomas se presentan normamente hasta el espigamiento y llenado de grano.
Síntomas en espiga:
- Deformación de las espigas y crecimiento excesivo.
- Aparece una masa polvorienta negra, que son las esporas del hongo.
Síntomas en mazorca:
- Mazorcas pequeñas, suaves y redondas.
- El grano es remplazado parcial o totalmente por una masa de esporas cubierta por la hoja.
En el Valle del Mezquital se tienen reportes de la enfermedad desde inicios de los sesenta en maíces criollos (chalqueños), pero logró ser controlada hasta 1987, durante diez años, con la liberación del híbrido H-135. Para 1998, con la desaparición de la Productora Nacional de Semillas (Pronase) y la entrada libre de otras empresas semilleras, resurge nuevamente el problema fitosanitario de carbón de la espiga, y se agudiza en 2003 con una incidencia en 465 parcelas (1,275 ha) en 17 municipios del Valle del Mezquital. Entre 2004 y 2010 se reportó muy baja superficie de parcelas de maíz afectadas con incidencia de carbón de la espiga, y retomó su incidencia en 2011, lo que atrajo la atención de dependencias como Sedagro, Cesaveh, DDR Mixquiahuala, el gobierno estatal e INIFAP.
Debido a los graves problemas que prevalecían en el Valle en 2012 se conformó el Comité Fitosanitario del Valle del Mezquital, el cual tomó medidas para disminuir la incidencia de esta enfermedad a través del manejo genético, con la evaluación de híbridos comerciales (susceptibilidad y tolerancia al agente patógeno), estudio realizado por el INIFAP.
Por su parte, la Fundación Produce realizó la evaluación de fungicidas sistémicos para el contro del carbón de la espiga de maíz, mediante tratamiento a la semilla. Además se hizo control cultural a través del manejo de las fechas de siembra con diferentes variedades en algunos casos más tardías y en otros más precoces, además de mantener un buen nivel en la humedad de los suelos durante las primeras etapas de desarrollo. Lo más reciente que se hizo fue el manejo de microorganismos antagónicos, como agentes de control biológico de origen bacteriano para el control del carbón de la espiga, una investigación realizada por la Universidad Politécnica de Pachuca y el INIFAP Hidalgo, con recursos de la Fundación Hidalgo Produce.
Evaluación de híbridos de maíz de MasAgro
No ajeno a esta realidad y como una eminente preocupación por parte de los productores de esta región, la plataforma de investigación MasAgro-Cinta Larga participa en este año con una investigación en la evaluación de 14 híbridos comerciales y cuatro híbridos del CIMMYT, los cuales fueron sometidos bajo presión de carbón de la espiga en dos sistemas de producción: agricultura tradicional y Agricultura de Conservación.
Los resultados en la toma de datos arrojaron que existe un 1.83 por ciento de incidencia en el sistema tradicional, contra el 0.88 por ciento en el sistema de Agricultura de Conservación; un 48 por ciento menos de incidencia, lo cual nos demuestra que el sistema de AC es más eficiente en la mitigación del problema, ya que la infección necesita de temperaturas y humedades que fluctúan entre el 15 y el 30 por ciento, durante los primeros 10 a 20 días de la nacencia de la planta, entre 10 a 15 centímetros de profundidad. Lo que hace el sistema de AC es romper con estas condiciones, ya que mantiene la humedad del suelo en los primeros días a un 80 por ciento debido a la cobertura del rastrojo; además de no existir movimiento del suelo permite que de manera natural se lleve a cabo el 90 por ciento de las actividades microbianas, que faculta el equilibrio armónico entre microorganismos antagónicos y las plantas cultivables.
Sumado a las acciones antes mencionadas en el manejo fitosanitario del carbón de la espiga, la Plataforma Experimental Cinta Larga propone el uso del sistema de Agricultura de Conservación como una herramienta más para contribuir a bajar la incidencia en la zona del Valle del Mezquital en Hidalgo.