Salamanca, Gto.- “La escuela no era para las niñas, solo los hombres estudiaban, los que podían. Pero yo siempre fui feliz en la parcela, allá me siento tranquila, feliz, en paz”, relató la señora María Estela Zúñiga —productora de Loma de Ancón, en Salamanca, Guanajuato— durante una visita a su parcela por parte de la doctora Sieglinde Snapp —directora del Programa de Sistemas Agroalimentarios (SAS, por sus siglas en inglés) del Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT)— y diversos representantes de organizaciones del sector agrícola de Guanajuato.
Doña Estela creció acompañando a su padre a la parcela, de él aprendió mucho y, apenas pudo, ayudó con diversas actividades, incluyendo arriar la yunta. “Cuando mi papá murió, me dejó los derechos de la parcela a mí y no a mis hermanos porque yo siempre lo acompañé en las actividades del campo”, continuó relatando la agricultora al pie de su parcela.
Actualmente la parcela de doña Estela es una de las áreas de extensión de MasAgro Guanajuato —programa de la Secretaría de Desarrollo Agroalimentario y Rural (SDAyR) y el Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT)—, es decir, una parcela donde gracias a un acompañamiento técnico permanente que reciben los productores por parte de los técnicos de MasAgro Guanajuato se han implementado prácticas sustentables previamente validadas por investigadores.
“Cuando vino el ingeniero de MasAgro y me propuso hacer curvas a nivel en mi parcela para mejorar el suelo y retener el agua de lluvia, la verdad sí me dio miedo porque eso no se había visto por acá y mi parcela está a lado del camino donde todos pasan, así que si salía mal pues todos se burlarían de mí, pero me animé y le hice caso. Hicimos las curvas a nivel, dejamos el rastrojo sobre el suelo y metimos el cincel en los fondos de los surcos, Cosechando agua le dicen los ingenieros, y mi sorgo fue una chulada desde un principio, parecía de riego”, comenta doña Estela.
“Antes yo producía seis toneladas y este año logré nueve toneladas. Al ver tan chula mi parcela yo iba a verla hasta dos veces al día, no me importaba caminar con tal de llenarme los ojos con ella. También aprendí a eliminar el estrés de mis cultivos mediante la recolección de agua, y eso también es un `desestrés´ para mí pues me da mucho gusto cada vez que visito mi parcela y como ahora mucha gente está visitándola, me hace sentir muy contenta”.
“Antes yo le preguntaba a mi vecino que cómo le hacía para producir mucho y nunca me quiso decir. Ahora es a mí a quien me preguntan «¿pues qué hiciste en tu parcela?» y yo sí les digo: curvas a nivel para que el agua de lluvia no se vaya de mi parcela. Me siento muy contenta con los resultados que hemos logrado y más contenta porque mi vecino, el que no me decía cómo hacerle, me dijo que mi parcela y mi rendimiento había sido mejor que el de él”.
De este modo, y directamente de la voz de sus protagonistas, la doctora Sieglinde Snapp y los representantes de organizaciones públicas y privadas que le acompañaron atestiguaron cómo a través de los proyectos que impulsa el CIMMYT en la entidad, y a través del Hub Bajío y sus colaboradores, cada día se abren más puertas para trabajar de forma conjunta por un campo más sustentable que impacte positivamente entre las agricultoras y los agricultores de Guanajuato.