Un grupo de productores de maíz en Hidalgo aprendió a sembrar “al contorno” para aprovechar el agua de lluvia y evitar la erosión de sus suelos.

Por: Ingeniero Israel Ángeles Estrada, formador MasAgro Hidalgo.

1 de junio de 2019.

Hidalgo.- Productores de la Sierra y la Huasteca hidalguenses que implementaron el trazado de curvas a nivel para facilitar la siembra en terrenos con pendiente constataron que esta innovación les permitió mejorar su productividad y evitar la erosión del suelo, la cual es común en las parcelas de ladera. Esta acción se enmarca dentro del Programa MasAgro, que impulsan el Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT), la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (SADER) y la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).

La agricultura en la Huasteca y la Sierra de Hidalgo —en donde predomina un relieve accidentado y abrupto, con lomeríos, montañas y laderas que dificultan la actividad agrícola— representa un reto ambiental y de ingeniería. Por un lado, el sistema de roza, tumba y quema que prevalece en la región favorece la deforestación, y por otro, la inclinación de los terrenos y el hecho de que no se aproveche el rastrojo como cobertura del suelo facilitan que las lluvias deslaven las parcelas, haciendo que el suelo pierda la materia orgánica que necesita para ser fértil.

Por lo anterior, un grupo de productores de esta región decidió cambiar la forma en que cultivaban e implementar innovaciones para hacer frente a la problemática de la degradación de los suelos y la baja productividad. Con el acompañamiento de los técnicos de MasAgro aprendieron a trazar curvas de nivel, es decir, a sembrar usando a favor el relieve del terreno. Con esta manera de sembrar se evita que el agua de lluvia deslave la tierra, se protegen los suelos, se organiza mejor la milpa —con un arreglo en contra de la pendiente para favorecer la retención del agua— y se facilitan las labores de cultivo.

La siembra “al contorno”, como también es conocida la técnica, además de reducir la erosión del suelo y aumentar la retención del agua, permite recuperar la productividad de los terrenos de ladera cuando se emplea en conjunto con otras prácticas sustentables de la Agricultura de Conservación (AC). Además, su implementación es muy accesible, pues para trazar las curvas sólo se requiere un aparato en forma de “A” cuya manufactura es sencilla y muy económica.

Después de haber implementado estas innovaciones, los productores observaron que los resultados obtenidos favorecen su producción de maíz; este hecho los motivó a continuar con estas prácticas que, además, evitan que más áreas de la Sierra y la Huasteca hidalguenses queden abandonadas después de haber sido deforestadas por el uso de la roza, tumba y quema.