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Agricultores apuestan por la ciencia para elevar su rentabilidad

Para promover prácticas agrícolas innovadoras y sustentables que les permitan reducir sus costos de producción sin afectar sus rendimientos, productores de la AARFS promueven la investigación agrícola mediante una plataforma de investigación con el CIMMYT. 

Por: AARFSAsociación de Agricultores del Río Fuerte Sinaloa
9 de noviembre de 2020

Ahome, Sin.- La agricultura en Ahome, Sinaloa, es una de las más relevantes a nivel estatal y nacional. Sin embargo, existen diversos problemas para los productores de esta zona, como el alto uso de insumos (semillas, fertilizantes y agroquímicos), los elevados costos de producción, el alto consumo de agua, la incertidumbre del mercado y la resistencia hacia la Agricultura Sustentable.

Para impulsar las buenas prácticas agrícolas que permitan solucionar estos problemas, preservar los suelos, hacer uso eficiente del agua y generar productos que cumplan con estándares de calidad que demanda el mercado, la plataforma de investigación de la Asociación de Agricultores del Río Fuerte Sinaloa (AARFS) —instalada en 2014 en colaboración con el Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT)— evalúa diversas prácticas agrícolas a fin de que los productores locales adopten las más adecuadas y sustentables. 

Para los productores de la AARFS es indispensable contar con alternativas de producción que sean sustentables ambientalmente, pero también que les permitan ser rentables y lograr una producción de calidad. Para este propósito, actualmente en la plataforma de investigación se validan prácticas como la Agricultura de Conservación (contrastándola con la labranza convencional de la región), la programación y gestión del riego (a través de un software especializado), la siembra en hileras, el control biológico de plagas y la optimización de la fertilización nitrogenada mediante el uso de sensores ópticos. 

Con respecto a los rendimientos con labranza convencional (caracterizada por movimientos excesivos del suelo) y Agricultura de Conservación (para la que el mínimo movimiento del suelo y la cobertura con residuos agrícolas son componentes básicos), estos han sido similares en varios ciclos agrícolas. La diferencia principal está en que la Agricultura de Conservación permite reducir los costos de producción debido al menor laboreo del suelo. Como ejemplo, en el ciclo otoño-invierno 2018-2019 el ahorro fue de casi $4,000 por hectárea con Agricultura de Conservación.

Para los productores de la AARFS, otra ventaja de la Agricultura de Conservación (además de producir lo mismo a menores costos) es que constituye un importante vehículo para preservar y enriquecer la capacidad productiva de los suelos, así como para reducir las emisiones de gases contaminantes (por el menor número de pasos de maquinaria). En este sentido, la Agricultura de Conservación ha despertado interés en la comunidad agrícola regional, de tal forma que ya se ha adoptando en aproximadamente 1,000 hectáreas.

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