Sinaloa.- Solo tiene 27 años, pero cuenta con una gran experiencia en la agricultura. “Yo desde que abrí los ojos, desde que nací, me dediqué a esto. Mis papás y mis abuelos se han dedicado a esto y yo agarré las riendas del negocio a los 23 años y ya hace cuatro años que siembro por mi cuenta”, comenta Adolfo Quintero, productor sinaloense de trigo.

Adolfo es uno de los productores que participa en el proyecto Abastecimiento Responsable de Trigo en Sonora y Sinaloa, impulsado por Grupo Bimbo —empresa multinacional de origen mexicano— y el Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT). El objetivo de este proyecto es impulsar una producción local sustentable que mejore la productividad y el medioambiente.

“Yo trabajaba de la forma convencional, de la forma que aprendí. Ahora con este proyecto hemos aprendido nuevas formas de trabajar. Con Agricultura de Conservación en primer lugar reducimos costos de una forma considerable, y pues realmente es utilidad que se queda para nosotros como productores. Nos queda más utilidad y hacemos una agricultura más sana, más amigable con el entorno y con el suelo, que es lo principal que tenemos que cuidar en esta actividad”, comenta Adolfo.

Su incorporación al proyecto es muy reciente, de apenas un par de ciclos. “Yo fui a una plática en una plataforma de investigación del CIMMYT y me gustaron todas las nuevas técnicas que traían de Agricultura de Conservación. Me gustó, y le calamos poco a poquito y salió muy bien. Empezamos con Agricultura de Conservación en una parcela de 4 hectáreas y ahorita estamos manejando 50 hectáreas. Cuando escuché a los técnicos por primera vez, dije «algo bueno tiene que salir», y sí, salió muy bien: salió excelente”.

Adolfo tiene una predisposición a la innovación casi nata, de manera que se mantuvo firme ante los comentarios de quienes no creían en la nueva forma de cultivar que estaba a punto de implementar: “lo primero que recibe uno en lugar de ánimos son comentarios negativos, pero esto salió mejor de lo esperado y ahora ya se acercan a preguntarnos cómo es que le estamos haciendo. Son personas que toda la vida han hecho lo mismo y a veces se cierran a aprender cosas nuevas, pero se trata de complementar la experiencia con la innovación”.

Para Adolfo, la Agricultura de Conservación tiene amplios beneficios; uno de ellos es que “optimizas agua, hasta un riego, porque se conserva más humedad. A la hora de la preparación del suelo, no movemos absolutamente nada: se dejan los residuos de la cosecha anterior. Además, estamos reduciendo herbicidas a una sola aplicación o cero aplicaciones. El producto es más sano que de la forma convencional porque lleva menos herbicidas, y son beneficios para todos. Nosotros nos beneficiamos porque tenemos ahorros y se tiene menos pérdida de suelo”.

Finalmente, el productor enfatiza en que —precisamente— un producto más sano es un producto “de mayor calidad que con agricultura convencional y lo podemos posicionar con empresas que tienen altos estándares de calidad y que valoran la sustentabilidad, este caso Grupo Bimbo. Por eso tengo muy buena expectativa del proyecto y de mis parcelas”.