• La FAO destaca en su Conferencia Regional el compromiso político de la región como factor principal que permitirá el logro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible.
• La cooperación Sur-Sur, la integración de esfuerzos intersectoriales y multiactores o la necesidad de promover un aumento sustentable de la productividad fueron los temas clave discutidos en el foro.
Con información de FAO.
Ciudad de México.- La Conferencia Regional de la FAO es un foro oficial donde los ministros de Agricultura y altos funcionarios de los Estados Miembros de la región se reúnen para debatir acerca de los retos y las cuestiones prioritarias relacionadas con la alimentación y la agricultura con el fin de promover la coherencia regional en las cuestiones políticas de carácter global.
Este año la conferencia se llevó a cabo en México, con la participación de ministros de Agricultura, Medio Ambiente y Desarrollo Social, así como representantes de gobierno de 33 países y de organizaciones internacionales, quienes analizaron los retos y perspectivas para la seguridad alimentaria y nutricional en la región, llevando a cabo una reflexión de los medios que permitieron el logro de los Objetivos de Desarrollo del Milenio a los retos que se enfrentan con los Objetivos de Desarrollo Sostenible.
El presidente de México, Enrique Peña Nieto, presidió junto con el director general de la FAO, José Graziano da Silva, la inauguración del evento. Ambos mandatarios se mostraron coincidentes en sus discursos a la hora de requerir intervenciones contundentes en materia de políticas públicas intersectoriales, inclusión social, aumento de la productividad y mayor estímulo a la cooperación Sur-Sur. Por otro lado, el titular de la Sagarpa, José Calzada Rovirosa, presidió las sesiones de discusión en plenaria.
Según la FAO, América Latina y el Caribe es la única región en el mundo que alcanzó las metas de reducción del hambre de los Objetivos de Desarrollo del Milenio y de la Cumbre Mundial de la Alimentación. Con base en dicho éxito, los gobiernos han asumido el compromiso de acabar con el hambre en el año 2025, cinco años antes de lo propuesto por los Objetivos de Desarrollo Sostenible.
Para lograrlo, los gobiernos están implementando grandes acuerdos regionales, como la Iniciativa América Latina y el Caribe Sin Hambre y el Plan de Seguridad Alimentaria, Nutrición y Erradicación del Hambre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos, CELAC. Muchos gobiernos, además, implementan sus propios programas nacionales de lucha contra el hambre. En este sentido, se enfatizó el esfuerzo de México con la Cruzada Nacional Contra el Hambre.
La clave para lograrlo es articular las políticas de desarrollo agropecuario con las de protección social, gestión de riesgos y empleo agrícola. Este enfoque debe considerar también el acceso a los recursos y servicios productivos, las políticas de protección social y de empleo rural, principalmente para jóvenes, mujeres rurales y pueblos indígenas. Durante la Conferencia, la FAO firmó dos acuerdos, con los gobiernos de México y de Perú, respectivamente, para fortalecer sus roles como socios estratégicos en la lucha contra el hambre.
El CIMMYT estuvo representado por Víctor López, gerente de Relaciones Público Privadas del Programa de Intensificación Sustentable para América Latina. El tema de la intensificación sustentable como estrategia regional para aumentar la producción de alimentos se consideró un aspecto clave, pues se hizo especial énfasis en la necesidad de asegurar un mayor abastecimiento de granos básicos, así como en la de conservar los recursos naturales, al mismo tiempo que se respeta la biodiversidad de cultivos y ecosistemas. De la misma forma, se enfatizó la necesidad de potenciar el trabajo conjunto en los temas de Seguridad Alimentaria y Nutricional y el apoyo a la agricultura familiar. Otras organizaciones internacionales, como el IICA, el FIDA o el PMA, expusieron algunas de sus actividades en esta materia y se mostraron dispuestos a continuar y aumentar la colaboración existente.
