Cal agrícola, una alternativa para mejorar los suelos ácidos
A partir de la investigación desarrollada por SPIIGA y el CIMMYT en la plataforma de investigación Epitacio Huerta, en Michoacán, más de 100 productores de ese estado emprendieron acciones para hacer frente al problema de acidificación de sus suelos de cultivo.
Por: Alejandra Zazueta y Marcelo Martínez, SPIIGA.
Julio de 2019.
Por: Divulgación-CIMMYT
15 de octubre de 2019
Epitacio Huerta, Mich.– Los suelos de la región oriente del estado de Michoacán se caracterizan por presentar niveles de pH que oscilan entre 4.7 y 5.7, por lo cual son considerados suelos ácidos. Esta característica es generada principalmente por la baja cantidad de calcio disponible en el suelo, las precipitaciones, las labranzas excesivas y la toxicidad de aluminio (Al3+). Sus efectos se manifiestan en las raíces, debido a que el desarrollo radicular se restringe, impidiendo la absorción y el traslado de calcio y fósforo a la parte aérea.
Igual que el uso desmedido de fertilizantes (como sulfato de amonio), el nivel de acidificación de los suelos ha incrementado en los últimos años a consecuencia de varios factores: pérdida de la capa arable por erosión, monocultivo, mal uso de fertilizantes nitrogenados y manejo inadecuado de prácticas productivas, entre otros.
La mayoría de los suelos ácidos están muy degradados y son pobres en nutrimentos, especialmente calcio, magnesio y fósforo. Su caracterización es importante, ya que entre ellos hay variaciones (de textura; grado de acidez; y contenido de calcio, magnesio y aluminio) que imposibilitan generalizar prácticas agronómicas para mejorar su potencialidad (Acevedo, 2010).
La acidez del suelo en la producción de maíz ocasiona la disminución en la cantidad y calidad de las raíces (altura de planta y tamaño de mazorca) y en los rendimientos (en la región son, en promedio, de 4 t/ha). Por eso, es de vital importancia implementar medidas de corrección para mejorar los suelos con esta característica mediante la incorporación de carbonato de calcio (CaCO3).
Existen diferencias en la capacidad neutralizante de los materiales que se pueden usar para encalar suelos. El valor del material de encalado depende de la cantidad de ácido que neutraliza. Esta propiedad depende de la composición molecular y pureza del material en cuestión, considerando diferentes aspectos para una mejor efectividad (Espinosa, 1999).
Entre los criterios que considerar, se encuentran el poder relativo de neutralización total (PRNT), el cual es utilizado para valorar en forma conjunta la pureza química (el PRNT indica qué porcentaje de la cal es capaz de reaccionar en un lapso de tres meses) y el tamaño de partícula (la fineza de las partículas de la cal determina su velocidad de reacción, ya que conforme se reduce su tamaño, aumenta el área superficial de contacto) (Osorno, 2011).
Si bien el objetivo particular de la aplicación de esta tecnología en el suelo —con base en un análisis de este— es mejorar su calidad química, biológica y física para hacer más eficiente el uso de fertilizantes químicos, también se busca disminuir los daños causados por patógenos y mejorar los rendimientos de producción.
Durante el ciclo productivo primavera-verano 2018, en la plataforma Epitacio Huerta, en Michoacán, se implementó el uso de mejoradores de suelo, con base en un análisis previo. De acuerdo con los análisis realizados en la región, se presentan niveles de pH que van de 4.3 a 5.7.
Con la finalidad de obtener un mejor resultado, se analizaron diferentes tipos de carbonato de calcio (CaCO3) del mercado. El de mejor calidad presentó un PRNT de 80 a 97% y un tamaño de partícula de malla de 325/0.05 mm. Este fue el material que se utilizó en la plataforma (ver cuadro 1).
PROCEDENCIA DEL CALCIO (CaCO3) | TAMAÑO DE LA MALLA | PRNT (%) |
Hidalgo | 100 | 58.83 |
Querétaro | 325 | 36.73 |
Cadereyta, Querétaro | 325 | 80 |
Cadereyta, Querétaro | 325 | 97.4 |
*PRNT (poder relativo de neutralización total).
Cuadro 1. Resultados obtenidos mediante el análisis de muestras de carbonato de calcio procedentes de Hidalgo y Querétaro.
La incorporación de carbonato de calcio se realizó en mayo de 2018, utilizando una tonelada de cal agrícola en la superficie total, excepto en el área de validación. Durante las primeras etapas vegetativas del cultivo de maíz se observó un mejor desarrollo, en comparación con el área donde no se incorporó ningún tipo de mejorador. Posteriormente, durante los meses de junio y julio de 2018 se presentaron periodos prolongados de lluvia, y se observó una mayor resistencia de las plantas al exceso de agua.
Para los productores, esta tecnología fue aceptable para establecerla en sus predios. Con la vinculación a programas locales, se adquirieron más 250 toneladas de cal agrícola en compras en común, donde participaron más de 100 productores de la región. La implementación de este tipo de alternativas permitió que los productores adoptaran, aplicaran y difundieran el uso de la cal agrícola, con lo cual se espera mejorar la calidad de los suelos y —por ende— la producción en la región.
Esta nota es parte de la campaña #CultivosSustentablesBajío, la cual promueve una agricultura diferente, social y ambientalmente responsable. La campaña contempla diversos eventos demostrativos y recorridos en campo para mostrar las prácticas e innovaciones sustentables que promueven el Hub Bajío –del CIMMYT– y sus colaboradores en los estados de Michoacán, Jalisco y Querétaro. ¡Súmate!
Fuentes
Acevedo, O., Valera, M. A. y Prieto, F. (2010). Propiedades físicas, químicas y mineralógicas de suelos forestales en Acaxochitlán, Hidalgo, México. Universidad y ciencia, 26(2), 137-150.
Espinosa, J. (1999). Acidez y encalado de suelos. Informaciones Agronómicas, 20, 6-14.
Osorno, H. (2011). Determinación de los requerimientos de cal. Suelos Ecuat, 41(1), 29-35.