Celaya, Gto.- La estrategia Cosechando Agua Guanajuato promueve prácticas sustentables que permiten reducir hasta 60% el trabajo y 25% los costos, mientras se aumenta 35% la rentabilidad en la producción de granos y leguminosas en las zonas de temporal de Guanajuato. Los ejes fundamentales de la estrategia —promovida por el Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT) y la SDAyR, a través de MasAgro Guanajuato— son la conservación del suelo y un mejor aprovechamiento del agua de lluvia.
Debido a que la agricultura de temporal depende de la lluvia del ciclo primavera-verano, las condiciones del suelo y los cultivos óptimos, entre otros factores, la estrategia fomenta la comprensión amplia de los diversos climas, suelos y plantas cultivadas. Cosechando Agua Guanajuato surge de Reto Rastrojo, otra estrategia impulsada por el equipo del CIMMYT en aquella entidad. En su enfoque, es fundamental realizar una planeación del ciclo de lluvias con base en propuestas sustentables y prácticas para implementar procesos de acondicionamiento y suplementación de humedad y nutrientes.
Los pilares de la estrategia son la Agricultura de Conservación, que fomenta el aprovechamiento de los residuos sobre la superficie cultivada, la rotación de cultivos y el mínimo movimiento del suelo; la labranza en banda, que se refiere al movimiento vertical de suelo sobre la línea de siembra; la rotura vertical, para una adecuada compactación de la tierra; y las curvas de nivel, que reducen la erosión del suelo y aumentan la retención de agua en terrenos de ladera.
Como complemento a estos pilares, la estrategia promueve el Manejo Agroecológico de Plagas, el Manejo Integrado de Malezas, la optimización de la fertilidad de los suelos, la selección de las variedades de semillas más adecuadas y la implementación de mejores prácticas para el manejo poscosecha de granos básicos, entre otros aspectos. De esta manera, la estrategia permite a los productores implementar prácticas particularmente útiles en zonas con lluvias irregulares, temperaturas extremas y suelos áridos o con otras limitantes físicas, químicas y biológicas.
Las propuestas de intervención que complementan a estos pilares son los siguientes:
I. Manejo agroecológico de plagas
- Feromonas para el control de plagas.
- Monitoreo de plagas en campo (determinación de umbral económico).
- Tratamientos de semillas (uso de micorrizas y Azospirillum en maíz y sorgo, Trichoderma en frijol y garbanzo).
- Uso de la biodiversidad funcional (enemigos naturales).
II. Manejo integral de malezas
- Uso de herbicidas preemergentes.
- Identificación y monitoreo de malezas en campo.
- Control mecánico.
- Control químico (calibración de equipo de aspersión, boquilla adecuada, acondicionamiento del agua, dosis adecuada, etapa adecuada del cultivo, entre otros).
III. Fertilidad de suelos (física, química, biológica)
- Recomendación de mezclas y fuentes con base en análisis de suelo y meta de rendimiento.
- Abonos orgánicos como fuente de nutrientes (compostas, estiércoles, lixiviados, abonos orgánicos fermentados)
- Aplicación del fertilizante en momentos adecuados (con uso de las curvas de demanda de los cultivos).
- Biofertilizantes como fuente de nutrientes.
- Enmiendas de suelo.
- Forma de aplicación del fertilizante para optimizar su efectividad: enterrado manual, enterrada mecánica, enterrada con yunta y foliar.
IV. Semillas mejoradas
- Mejoramiento de criollos.
- Variedades adecuadas mejoradas (incluye polinización abierta (OPV) maíz).