Enfoques agroecológicos: conociendo el punto débil de las plagas
Por: Divulgación-CIMMYT
10 de septiembre de 2019
El Hub Bajío —del CIMMYT—, a través de la campaña #CultivosSustentablesBajío, comparte los pasos para una adecuada implementación del Manejo Agroecológico de Plagas.
Por: Hub Bajío, con la colaboración de Red_InnovAC.
Septiembre de 2019.
Morelia, Mich.- El control de plagas en México se realiza mayormente con la aplicación indiscriminada y sistemática de insecticidas químicos. Las consecuencias de esta práctica son, entre otras, la eliminación de la fauna benéfica —como abejas y otros polinizadores—, el desarrollo de resistencia de las plagas a los insecticidas, la contaminación del medioambiente, riesgos graves para la salud humana y los incrementos en los costos de producción.
El control convencional basado en el uso de plaguicidas reduce al mínimo la biodiversidad, ya que no toma en cuenta la presencia de insectos benéficos, eliminándolos por igual. Las prácticas convencionales tampoco incluyen un muestreo previo de las poblaciones de insectos ni consideran los umbrales económicos, es decir, los niveles en los que una plaga puede causar afectaciones a los cultivos.
Con respecto a los insecticidas empleados —de los cuales se hacen hasta ocho aplicaciones para plagas como el gusano cogollero—, predominan algunos que ya están prohibidos en otros países, como los organofosforados (que tienen alto efecto tóxico en humanos, animales e insectos benéficos) y los piretroides (que pueden afectar el sistema nervioso y el cerebro humano). En general, las alternativas agroecológicas para el manejo de plagas son poco conocidas.
A partir del conocimiento biológico de las especies, el Manejo Agroecológico de Plagas (MAP) apuesta por restablecer la diversidad funcional de los ecosistemas —es decir, la variedad de funciones que los seres vivos desempeñan en su ambiente: depredación, degradación, etcétera— y ayudar así a reactivar el control biológico natural. Junto con otras prácticas ambientalmente pertinentes, el MAP permite tener cultivos más sustentables.
La etapa de desarrollo de la plaga, los horarios de alimentación y descanso de los insectos, sus hábitos y su relación con el clima son ejemplos de los aspectos que se consideran en el MAP para hacer más eficientes sus acciones. El manejo convencional no considera estos aspectos y elimina por igual plagas e insectos benéficos.
El Manejo Agroecológico de Plagas no busca exterminar los insectos, sino reducir sus poblaciones para que no causen daños económicos a los cultivos. Para implementarlo adecuadamente, se deben seguir los siguientes pasos:
- Reconocimiento del insecto plaga. En los agroecosistemas hay insectos entomófagos (es decir que se alimentan de otros insectos, por lo que son considerados benéficos) y fitófagos (que se alimentan de plantas, y por tanto son considerados plagas). Conocer su ciclo de vida, forma de reproducción y hábitos alimenticios es fundamental para aplicar alternativas en el momento oportuno.
- Monitoreo y muestreo. Lo recomendable es monitorear semanalmente las trampas instaladas (ya sean de luz, con pegamento o con feromonas). Esto ayuda a detectar la llegada de una plaga al cultivo y a determinar el umbral económico en cada una de las parcelas establecidas.
- Toma de decisiones. Identificar qué insectos benéficos y plagas se encuentran en las parcelas —y en qué estado de madurez— permite implementar medidas correctivas inmediatas, o bien, medidas preventivas para evitar el apareamiento de las plagas o ganar tiempo para elaborar alternativas artesanales y sustentables.
- Manejo. Debe iniciar desde la siembra, con la instalación de trampas para monitoreo. Después, con base en los umbrales económicos, se debe optar por las alternativas más convenientes según la plaga: trampeo masivo; control biológico natural e inducido; o uso de extractos vegetales y minerales, jabones, aceites, cenizas y cal micronizada. Si el problema es mayor, se pueden utilizar moléculas sintéticas de bajo impacto ambiental (como los reguladores de crecimiento de insectos).
A largo plazo, los enfoques agroecológicos ayudan a regenerar la biodiversidad funcional, particularmente si se acompañan de diversificación de cultivos y se usan plantas con propiedades insectistáticas (que inhiben el desarrollo normal de los insectos). Para implementar el MAP adecuadamente y obtener todos sus beneficios, es importante recurrir a personas debidamente capacitadas. A través de la campaña #CultivosSustentablesBajío, el Hub Bajío favorece la vinculación con especialistas en estos y otros temas. ¡Súmate a la campaña y forma parte de la red de innovación del CIMMYT!