La falta de información en la conservación y almacenamiento de granos y semillas causa pérdidas anuales que van del 5% al 15% en países desarrollados y del 20% al 50% en países en vías de desarrollo. Por tal motivo, el pasado 24 de enero técnicos certificados en AC del hub Bajío impartieron un taller de uso de tecnologías poscosecha a facilitadores de la estrategia PESA-FAO en la localidad de San José de las Cidras, municipio de Madero, Michoacán.
El ingeniero José de Jesús Sesmas Garfias, técnico certificado en AC, inició el curso con la presentación de los objetivos; explicó la importancia de conocer las nuevas tecnologías en conservación y almacenamiento de grano e hizo hincapié en mejorar las actuales prácticas, como la limpieza, el secado, el almacenado y el control de plagas, así como en el uso de tecnologías alternas tales como la súper bolsa y el silo metálico, herramientas que funcionan de manera hermética, por lo que disminuyen el oxígeno existente e incrementan el dióxido de carbono, lo que elimina las plagas presentes en el grano.
Más adelante se mencionaron las principales causas que ocasionan la pérdida de grano:
1) Paso del tiempo (el grano pierde humedad y peso).
2) Ataque de insectos.
3) Presencia de hongos (mal manejo en el secado de la semilla).
4) Factores climáticos como temperatura, humedad relativa, vientos, porcentaje de oxígeno, etcétera.
5) Roedores.
Por su parte, el ingeniero Carlos de la Torre Martínez, técnico certificado en AC, habló sobre las principales plagas y enfermedades que atacan a los granos almacenados y cómo es posible su control y manejo. Entre las plagas primarias de la zona encontramos el gorgojo o picudo del maíz (Sitophilus zeamais M.), la palomilla dorada del maíz (Sitotroga cerealella O.) y el barrenador grande del grano (Prostephanus truncatus H.), acerca del cual abordó la importancia de conocer su ciclo biológico para saber en qué etapa ocasiona el mayor daño al grano.
Acto seguido, se llevaron a cabo una serie de prácticas donde se hizo el llenado de bolsas y se explicaron los cuidados que se deben tener para hacerlo, en específico, al hacer el amarre de la bolsa, ya que este paso es fundamental para lograr el hermetismo de nuestra herramienta.
Para finalizar, se estableció un ensayo con la súper bolsa, el silo metálico y la práctica que lleva a cabo el productor con el uso de una pastilla de fosfuro de aluminio, que serán abiertos en un lapso de 60 días para conocer el resultado de cada una de las tecnologías poscosecha y saber cuál es la que mejor se adapta a la zona.