Sinaloa.- El higo (Ficus carica) no es una fruta cualquiera, de hecho, ni siquiera es una fruta sino una infrutescencia, pues en sentido estricto son flores invertidas. Cada higo contiene muchas flores y cada una de ellas produce un único fruto llamado aquenio. Estos frutos son muy pequeños y contienen una semilla. Precisamente son estos aquenios los que proveen al higo de esa textura crujiente, pero además proporcionan energía, minerales y fibra.
Los higos están muy presentes en la gastronomía mediterránea. En la antigua Grecia fueron indispensables y muy valorados. No en vano los higos también son conocidos como la “fruta de los filósofos” debido a que personajes como Platón y Diógenes gustaban de ellos. Su plasticidad gastronómica permite que sean consumidos de muchas formas, como frutos solos, en mermelada, desecados, en conserva, como acompañamiento de ensaladas, confitados, envinados, flameados, etcétera.
En años recientes se ha visto un creciente interés en el cultivo del higo en México debido a la demanda nacional e internacional de ese producto (gran parte del interés del mercado por el higo se debe a su contenido de azúcares, minerales y antioxidantes que le proporcionan una alta calidad nutrimental). A raíz de esto, estados como Jalisco, Coahuila, Chihuahua, Nuevo León, Michoacán, Guanajuato, Colima y Sinaloa han reportado cultivo comercial de higo.
En el mundo, el cultivo de higo se reporta en alrededor de 54 países, con una superficie cosechada (en 2018) de 218,729 hectáreas, un rendimiento promedio de 6.5 toneladas por hectárea y una producción mundial por arriba del millón de toneladas.
El higo es una planta adaptada y distribuida principalmente en climas cálidos, subtropicales y templados. Es tolerante a sequías, lo cual ofrece ventajas para su producción en muchas regiones de México (de hecho, crece en forma de poblaciones naturales en todo el territorio mexicano), aunque su cultivo a campo abierto se realiza en mayor parte en condiciones de temporal (habitualmente la temporada de recolección es de julio a septiembre).
A pesar de existir muchas variedades de higo, las que gozan mayor popularidad en México por sus características son Black Mission, Brown Turkey, Calimyrna, Kadota, Tiger y Sierra. Estas cuatro últimas también son conocidas como higos blancos debido a su coloración amarillenta o verdosa en su maduración.
En México hay potencial para lograr que el cultivo de higo llegue a ser un cultivo de gran importancia económica, sobre todo considerando la demanda de los mercados estadounidense y europeo, así como las condiciones climáticas favorables en gran parte del territorio mexicano.
Las opciones para integrar al higo en algún sistema de producción con Agricultura Sustentable son muchas, pudiéndose adaptar tanto a sistemas de autocunsumo para favorecer la nutrición familiar o comunitaria, como a sistemas orientados a la comercialización. Si alguien estuviera interesado en implementar este cultivo, puede acercarse al equipo técnico de Agrocapital [www.agrocapital.com.mx].