Productores de comunidades de Concepción Chiquirichapa recibieron una reserva comunitaria de semillas (RCS) para almacenar granos de maíz, frijol y otras hortalizas; conservar la biodiversidad en la región; y contribuir al mejoramiento con base en sus necesidades.
Por: Ana Christina Chaclán, enlace de comunicación Buena Milpa Guatemala.
Concepción Chiquirichapa, Guatemala.- El 28 de marzo productores de comunidades de Concepción Chiquirichapa recibieron una reserva comunitaria de semillas (RCS) para almacenar granos de maíz, frijol y otras hortalizas y contar con ellos ante alguna calamidad. La RCS estará funcionando en el Centro de Mayoreo de Hortalizas de Concepción Chiquirichapa (Cemacc), y tiene capacidad para almacenar varias libras de diferentes semillas de al menos cien productores locales.
Carlos Sum, coordinador de formación del Proyecto Buena Milpa Guatemala, explicó que este es un trabajo que se realiza en conjunto con organizaciones locales; el Instituto de Ciencia y Tecnología Agrícolas (ICTA); la sede en Quetzaltenango del Ministerio de Agricultura, Ganadería y Alimentación (MAGA); y la municipalidad de Concepción Chiquirichapa. “Como parte del seguimiento se darán capacitaciones a los productores en el campo, para que mejoren sus sistemas de producción y puedan organizarse para garantizar el adecuado funcionamiento de la reserva”, dijo Sum.
Dos socios estratégicos con los que colabora el Proyecto Buena Milpa Guatemala ayudarán a fortalecer el trabajo de la reserva comunitaria, ya que ellos desarrollan la metodología con los productores, identifican las características y realizan un proceso de investigación para hacer la selección con base en las necesidades de la comunidad. También se trabaja con el Programa de Fitomejoramiento Participativo para América Latina, de la Fundación para la Innovación Tecnológica, Agropecuaria y Forestal (Fundit), que capacitará a los productores para trabajar el fitomejoramiento participativo y dará acompañamiento para que puedan elegir las mejores características de sus materiales.
“La reserva no es sólo contar con el espacio físico, también implica toda la organización comunitaria para que los productores puedan depositar sus materiales de maíz, frijol y ayotes y tener un lugar donde conservar sus semillas para los siguientes años. Por eso se deben fortalecer sus capacidades, para que puedan hacer el fitomejoramiento y que ellos mismos seleccionen las características que les interesa mejorar, como altura, color, sabor, producción y resistencia a la sequía y el aire. La reserva mantiene la biodiversidad de la región y ayuda y fortalece el mejoramiento con base en las necesidades de los agricultores”, resaltó Luis Fernando Ramírez, coordinador del Proyecto Buena Milpa Guatemala.
Tomas Pichol es un productor de Panimaché, Chichicastenango, que ha trabajado el fitomejoramiento participativo durante varios años y expuso sus mazorcas nativas en la habilitación de la RCS. Según el productor Everardo Juárez López, de Concepción Chiquirichapa, es una grata noticia para la comunidad contar con una reserva de semillas; compartió que anteriormente ya había visitado una en Huehuetenango, y estaba muy interesado en conocer la forma en que la manejan los comunitarios.
En el occidente del país el Proyecto Buena Milpa Guatemala ha financiado la construcción de ocho reservas comunitarias de semillas y la remodelación de otras cuatro con el objetivo de conservar la biodiversidad y ofrecer opciones de almacenamiento a los productores.