San Juan del Río, Qro.- El agua es fundamental para la agricultura. En la imaginación colectiva, esta es representada por una planta que crece bajo un chorro de agua que la riega. No es extraño entonces que sea difícil visualizar una parcela verde creciendo en medio de un semidesierto; sin embargo, esta imagen es posible. De hecho, las zonas áridas poseen un gran potencial agrícola.
La plataforma de investigación San Juan del Río I —en la cual colaboran Sustentabilidad Agropecuaria de Querétaro y el Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT)— se encuentra en el ejido de Santa Rosa Xajay. En ella se estudia el efecto de diversas prácticas agrícolas en suelos áridos. Algunas de estas son prácticas convencionales —las que predominan en la región— y otras son innovaciones que derivan de la investigación científica que busca lograr una Agricultura Sustentable.
El objetivo de las investigaciones realizadas en la plataforma de investigación es desarrollar y validar prácticas agrícolas sustentables que permitan a los productores de la región semidesértica de Querétaro elevar sus rendimientos, aprovechar al máximo las escasas lluvias y preservar la biodiversidad de la zona. El reto no es menor, y la aridez del suelo solo es una parte de ese desafío.
Los municipios de Tequisquiapan y San Juan del Río son la entrada al semidesierto queretano, aunque esta región comprende principalmente los municipios de Cadereyta y Ezequiel Montes. La agricultura convencional en estos lugares se caracteriza por el monocultivo de maíz, el nulo manejo de malezas y plagas, la baja disponibilidad de maquinaria agrícola y el sobrelaboreo (es decir, el movimiento excesivo del suelo).
Debido a estas prácticas inadecuadas, los suelos agrícolas del semidesierto queretano están degradados, se han adelgazado y tienen bajo contenido de materia orgánica. Consecuentemente, su productividad ha disminuido de forma significativa. No obstante, los estudios de la plataforma San Juan del Río I confirman que hay alternativas viables y sustentables para hacer productivo al semidesierto.
Gracias a que en la zona predomina la agricultura de temporal, en la plataforma de investigación se establecieron parcelas con camas permanentes (arreglo que permite hacer un uso más eficiente del agua), rotación de cultivos alternativos —como avena, triticale y frijol—, mantenimiento del rastrojo como cobertura del suelo, fertilización adecuada y Manejo Agroecológico de Plagas.
En comparación con las parcelas testigo —en las que se practicó la labranza convencional, con barbecho y sin dejar rastrojo—, las parcelas donde se implementaron las innovaciones sustentables derivadas de la Agricultura de Conservación obtuvieron mayores rendimientos. Además, el ahorro por la reducción de labranza fue de $1,200 por ciclo de producción.
Con estos estudios se pudo observar también que en la región los tratamientos con camas permanentes anchas y rotación de cultivos permitieron obtener los mejores rendimientos; la introducción de un híbrido adecuado favoreció el mayor rendimiento de maíz; el Manejo Agroecológico de Plagas hizo posible reducir significativamente la aplicación de plaguicidas; y el sorgo forrajero es una gran opción para la agricultura de temporal en el semidesierto queretano.
Esta plataforma de investigación forma parte de la red de plataformas MasAgro —programa de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (SADER) y el CIMMYT—, las cuales tienen la finalidad de realizar investigación para brindar soluciones a problemáticas locales y regionales. Actualmente, el programa cuenta con 40 plataformas de investigación distribuidas estratégicamente en 30 estados del país.
Este estudio, además, formó parte de los carteles exhibidos durante el Primer Simposio Regional de Plataformas de Investigación del Hub Bajío y es parte de la campaña #CultivosSustentablesBajío, la cual promueve una agricultura diferente, social y ambientalmente responsable. La campaña contempla diversos eventos demostrativos y recorridos en campo para mostrar las prácticas e innovaciones sustentables que promueven el Hub Bajío —del CIMMYT— y sus colaboradores en los estados de Michoacán, Jalisco y Querétaro. ¡Súmate!