La colaboración institucional transformará el potencial de los jóvenes estudiantes en una realidad para el campo mexicano
Por: Divulgación-CIMMYT
8 de octubre de 2018
El doctor Bram Govaerts impartió la conferencia magistral “Innovación agrícola para la nutrición y el ambiente” durante el 43 Aniversario Ingeniería Agrícola de la UNAM-FES Cuautitlán.
Por: Francisco Alarcón, Divulgación-CIMMYT.
20 de septiembre de 2018.
Cuautitlán, Edo. Méx.- En el marco del 43 Aniversario Ingeniería Agrícola de la UNAM-FES Cuautitlán, el doctor Bram Govaerts —director global de Innovación Estratégica del CIMMYT— impartió la conferencia magistral “Innovación agrícola para la nutrición y el ambiente”, dirigida a estudiantes, académicos e investigadores de la FESC. En ella destacó que en el mundo hay 1,800 millones de jóvenes, de los cuales, 31 millones son mexicanos, y 6.9% de ellos vive en el campo. Todos ellos experimentarán el éxito o el fracaso de la agenda 2030, y está en nuestras manos impulsar estrategias que favorezcan el logro de los objetivos de seguridad alimentaria que ésta plantea. Invitó a los asistentes a conformar una estrategia que permita pensar en sistema (system thinking) —si alguien sabe pensar en sistema, son los productores—, para recuperar sus experiencias y aplicarlas en nuestras estrategias de intervención. El productor tiene muy claro el modelo de pensamiento sistémico: si hoy siembro mal, en seis meses no tendré cosecha; si hoy cosecho y almaceno mal, en unos meses no tendré alimento. Por ello, es necesario que los jóvenes piensen en sistema, sobre todo aquellos que se vincularán profesionalmente con el sector agroalimentario, ya que de esa forma podrán realizar intervenciones más eficaces para impulsar la sustentabilidad de los agroecosistemas.
En una sociedad en la que hay brechas grandes, hay conflicto. Está en manos de los jóvenes mexicanos hacer llegar este conocimiento a los productores, para hacer sistemas agroalimentarios orientados a la nutrición y la conservación del ambiente, con ello se logrará no sólo la seguridad alimentaria, sino la nacional. Parte de la reconstrucción de la seguridad en México será a través de la agricultura y la intervención de jóvenes que transfieran profesionalmente ciencia y tecnología al campo para integrarlas al conocimiento tradicional y ancestral de los productores. En México son casi siete millones de jóvenes los que pueden aprovechar su potencial para contribuir a cerrar brechas en el país y fortalecer los sistemas agroalimentarios enfocados a la nutrición, no al volumen. Debemos transitar del dato a la información, de la información a la toma de decisión y de la toma de decisión a la aplicación; y aplicar las tecnologías para lograr sistemas de producción agrícola resilientes, estables, confiables y sustentablemente productivos.
El doctor Govaerts compartió con los jóvenes la importancia de resguardar la biodiversidad de semillas y habló con ellos del Banco de Germoplasma del CIMMYT y del Atlas Molecular del Maíz, que es una plataforma de información, conocimiento y búsqueda dinámica diseñada para facilitar el desarrollo de variedades mejoradas de maíz que ha logrado caracterizar las diferentes razas y variedades de maíz a nivel genético gracias a MasAgro y el CIMMYT. Desde Texcoco (donde se ubica el Banco), se envía la biodiversidad de semillas al resto del mundo; más de 50% de las variedades de maíz que se siembran en el planeta se desarrollan en México. Los invitó a reflexionar sobre el legado cultural que representa este Banco para la humanidad y enfatizó la necesidad de mantener la biodiversidad de maíz y trigo en el mundo.
Cuando inició MasAgro, 85% del mercado estaba acaparado por Monsanto, Syngenta y Bayer, entre otras empresas, y 15% por pequeñas compañías mexicanas como Semillas Ceres SA de CV y Asgrow. Con el objetivo de impulsar la colaboración, juntamos a las 55 compañías semilleras mexicanas para utilizar las semillas del CIMMYT, aprovechar los datos y establecer más sitios de validación. Estas compañías impulsaron el crecimiento de los sitios de validación, de dos a 160 en un año, los cuales generan datos y aprovechan la investigación que se realiza en la UAAAN, el Colpos, la UACh y el INIFAP para desarrollar variedades mejoradas, y gracias al CIMMYT y MasAgro se hicieron públicas; hoy en día tienen 25% del mercado semillero en México. Pero la semilla no es suficiente, es necesario todo un sistema de producción, la Agricultura Sustentable; además, se necesita complementar con un sistema de información y acceso a los datos para favorecer la toma de decisiones correctas. El doctor Govaerts reconoció la labor e infraestructura del INIFAP, que ha permitido impulsar las estrategias para conectar la investigación científica con el productor, como las plataformas de investigación, en las que es posible generar conocimiento y transferirlo al productor a través de módulos, donde éste valida las tecnologías y devuelve información útil para seguir desarrollando conocimientos. Gracias al establecimiento de una red de innovación, en colaboración con universidades y centros de investigación, ha sido posible desarrollar la red de plataformas y extender el impacto de una forma más eficiente en diversas regiones del país y a más productores.
Durante su conferencia, Govaerts exhortó a los jóvenes estudiantes de Ingeniería Agrícola a cambiar realidades y enfatizó que en ese salón había un gran potencial, mujeres y hombres críticos e inteligentes, aunque también es necesario hacer equipo con otras instituciones y actores clave para transformar ese gran potencial que hay en la UNAM en una realidad. Los invitó a hacer equipo para convertir el potencial en una realidad que permita innovar de forma sustentable los sistemas agroalimentarios en México y el mundo, aprovechando los sistemas de datos y las TIC, y a transformar el dato en información para crear sistemas de producción agrícola que se enfoquen en la nutrición, mientras conservan el ambiente y los recursos naturales, procuran la conservación de la biodiversidad y coadyuvan a cerrar las brechas que aún existen en este país. Más vale que todos los jóvenes que estudian en campos de conocimiento vinculados al sector agroalimentario trabajen para que el productor tenga la información para tomar las mejores decisiones.
Con el objetivo de invitarlos a sumar esfuerzos y establecer redes de colaboración donde ellos puedan participar activamente, destacó nuevamente la colaboración que el CIMMYT tiene con importantes instituciones como la UNAM, el INIFAP, el Colpos y la UAAAN; y con la iniciativa privada. Y reconoció que sin estas alianzas sería imposible el impacto que han logrado programas como MasAgro, que aprovecha la infraestructura tecnológica de conocimiento y el potencial de miles de jóvenes que se forman profesionalmente para impulsar la modernización y el mejoramiento de los sistemas agroalimentarios en México.