9 de diciembre de 2014.
La sequía se cuenta como uno de los desastres naturales que afectan a la agricultura y a la ganadería, sobre todo en zonas donde las condiciones de producción se rigen bajo el temporal. Se calcula que en México el 43 por ciento del territorio nacional padece este fenómeno, siendo el estado de Durango una de las entidades más afectadas. Para dar un ejemplo, en el municipio de San Pedro del Gallo, las sequías acaecidas de 2010 a 2013 deterioraron agostaderos, y en 2012 se reportó la muerte de 20 mil cabezas de ganado en el municipio.
Lo anterior ha llevado a que los productores agrícolas y ganaderos aprovechen las áreas de temporal para llevar prácticas sustentables que ayuden a resarcir los efectos climáticos.
Tal es el caso de Felipe Cossío Compean, productor agropecuario de San Pedro del Gallo, quien en 2011 participó en el programa Promaf para implementar innovaciones tecnológicas en su parcela. Lo primero que hizo, bajo la verificación del INIFAP, fue inocular la semilla de maíz criolla con un biofertilizante denominado ‘micorriza’.
En 2013 el programa MasAgro inició trabajos en la región de San Pedro del Gallo, por lo que Felipe conoció las tecnologías que se promueven y decidió establecer un módulo de 2 hectáreas. Antes de iniciar con el manejo agronómico, se hizo en la parcela un diagnóstico y un análisis de suelo para conocer las condiciones del terreno y sus necesidades de nutrición. El maíz que sembró ese año fue con variedades adecuadas, volvió a inocular la semilla con biofertilizante y llevó control de plagas.
Tras la cosecha, y al estar decidido a tener materia orgánica en el suelo, Felipe dejó en el módulo la caña del rastrojo “en pie”. Esta cobertura en el módulo ha permitido guardar la humedad del suelo cuando llegan los periodos de estiaje. Es así como Felipe Cossío incrementó su módulo de 2 a 10 hectáreas, las cuales, además, están cercadas para evitar la entrada del ganado. Está listo para seguir con la AC en 2015.
Las tecnologías MasAgro se están replicando en otros municipios de Durango, como San Luis del Cordero, Nazas, Mapimi, Simón Bolívar y Cuencamé, en los cuales se ha hecho una fertilización integral y se han empleado variedades de grano adecuadas y control de plagas. Se espera sembrar para el siguiente año con cobertura en las parcelas y seguir incrementando el número de productores interesados, pues en estas zonas de temporal la AC ayuda a aprovechar al máximo los 300-350 milímetros de precipitación pluvial anual.