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Nuevos cultivos detonan cambios sociales

La diversificación de cultivos es una práctica que contribuye a lograr la seguridad alimentaria de las comunidades. En Campeche, esta práctica ha detonado también cambios sociales positivos. 

Por: Divulgación-CIMMYT
12 de abril de 2021

Candelaria, Camp.- “Estamos en la comunidad de Paraíso Nuevo en el municipio de Candelaria, estado de Campeche. En este módulo sembramos maíz y frijol, pero con las recomendaciones de los ingenieros también hicimos un espacio para sembrar chícharo, girasol y estos otros cultivos que estamos viendo”, comenta Miriam del Carmen Piña Lara, productora que participa en un proyecto de diversificación de cultivos impulsado por Walmart Foundation y el Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT). 

La diversificación de cultivos es una práctica que sirve a muchos propósitos, uno de ellos es brindar opciones para que los productores se adapten y mitiguen los efectos del cambio climático, cada vez más notorios: “Estos chícharos quedaron a esta altura porque nos hizo falta agua, no llovió a tiempo, pero aún así se está viendo que se están logrando, ya pronto vamos a ver la producción de lo que se sembró. Esperamos que en los siguientes años tengamos mejor producción con todo esto que nos están enseñando, porque estos ingenieros nos han enseñado mucho”, comenta la señora Miriam. 

En México, como en otras partes del mundo, la diversidad de cultivos se ha ido perdiendo y los monocultivos que predominan aumentan los problemas de plagas y malezas, pero también disminuyen la calidad de las dietas: “Estas son unas matas de girasol, sirven para el silo, para los borregos, para el ganado. También hemos cosechado este frijol verdecito que es frijol mungo, y la verdad está muy sabroso este frijol. Este no había llegado aquí, pero quienes ya lo sembramos y consumimos recomendamos a las otras personas que también lo siembren, porque esto es para el bienestar de todos, para que todos en la comunidad salgamos adelante. Nos sirve para que no vayamos a comprarlo a otro lado y así también para nuestra economía familiar, para que tengamos mayor seguridad con los alimentos”, comenta enfática la productora. 

Paulatinamente, el proyecto también ha impactado en aspectos más allá de lo agronómico: “Yo en este pueblo de Paraíso Nuevo le he dicho a muchas mujeres; hemos hecho reuniones con las mujeres porque nosotros hemos ido a capacitación a otros lados para impulsar a que las mujeres también participen, a que no nada más se queden en la casa, a que los maridos tomen conciencia y las mujeres salgan al campo a sembrar y a cosechar lo que se siembra. Ahorita ya hay algunas mujeres que se han puesto las pilas y ya también tienen su pedazo de tierra donde hacen sus cultivos; siembran girasoles, maíz, frijol, chícharo…”, dice con orgullo la señora Miriam. 

Con mayor diversidad de cultivos también es mayor la posibilidad de comercialización y acceso a mercados. “Dos por uno”, como comenta el señor Carmelo Sánchez Caraveo, otro de los productores participantes: “Aquí tenemos dos cultivos y allá solamente uno —comenta, refiriéndose al área testigo y al área de innovación, respectivamente—. Allá me está dando más o menos como 300 kilos de maíz y aquí, con la ayuda de los ingenieros, como unos 700 kilos. Se debe a que la siembra que aquí se hizo es diferente: las plantas se distribuyeron mejor y se fertilizó más adecuadamente. Yo de esto saco para vender y otra parte para comer, y así me ayudo yo, porque yo vivo de mi siembra. Yo vendo aquí por el Naranjo, a unos ocho kilómetros”. 

Diversificar, nutrir y vincular son palabras clave del proyecto Fortalecimiento del Acceso a Mercado para Pequeños Productores de Maíz y Leguminosas en Oaxaca, Chiapas y Campeche. A través del desarrollo de capacidades, esta iniciativa busca hacer extensivo el conocimiento científico para beneficio de la sociedad: “Nuestro trabajo en esta comunidad inicia con este módulo demostrativo con el que promovemos la diversificación con leguminosas y oleaginosas. A partir de aquí estamos beneficiando a 60 productores más de esta comunidad, que son nuestras áreas de impacto”, refiere José Luis Montero Carrillo, técnico de M&A Impulso Integral de Proyectos, quien colabora con el CIMMYT en el marco del proyecto. 

“Este módulo demostrativo es de media hectárea. En el área testigo se sembró de la forma que siembran los productores de manera convencional, que es monocultivo de maíz y, en el área de innovación, asociamos maíz y frijol negro. También instalamos unas vitrinas de otros cultivos alternativos con semillas que el CIMMYT nos proporcionó: girasol forrajero, garbanzo, cacahuate, frijol mungo y chícharo gandul. El maíz que se sembró es un criollo mejorado, porque también se busca conservar las variedades nativas”, comenta el técnico.

Entre las ventajas de diversificar cultivos es que hay menos incidencia de malezas y plagas  porque se atraen insectos benéficos que ayudan en el control de plagas y eso, como comenta José Luis, “le ha gustado a los productores porque gastan menos y saben que tienen cosechas con menos químicos, y eso también es importante para su salud. Al inicio les puede parecer que las innovaciones implican más trabajo, pero al ver los resultados que se reflejan en la cantidad de follaje, la altura de las plantas, el color de las hojas, el hecho de que se van a tener dos cultivos, entonces los productores se dan cuenta de que los beneficios de diversificar cultivos también son mayores”. 

El acompañamiento técnico que reciben los productores es fundamental para que haya buenos resultados: “Antes no habíamos sembrado toda esta variedad. Yo pensaba «cómo le voy a hacer», y los ingenieros me dijeron «no te vamos a dejar solo, te vamos a estar visitando y te va a servir mucho para aprender» y yo acepté porque estos cultivos yo no los había trabajado. Incluso algunos vecinos me desanimaban. Les dije que no, que yo quería aprender para que mañana yo lo pudiera hacer ya sin ayuda de nadie. «Yo tengo que ver el resultado», les decía. Y no les hice caso”, menciona don Carmelo, mirando con satisfacción los resultados en la parcela. 

Ahora los vecinos han venido a ver la parcela y dicen que así también lo van a tener que hacer. Yo ya lo sé hacer porque estuve con los ingenieros trabajando y ese es el gusto que tengo, que estoy aprendiendo”, comenta el señor Marcelo mientras toma un poco de rastrojo y comenta: “Esto es para que la tierra se nutra, antes yo lo quemaba. Cuando era el tiempo de la siembra yo lo macheteaba y lo quemaba, pero he aprendido que sirve como abono y la tierra ya no se reseca porque así guarda más humedad”. 

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