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Potencial de tecnologías herméticas para reducir pérdidas poscosecha por insectos: resultados de módulos poscosecha en 2016

Por: Divulgación-CIMMYT
13 de junio de 2017
Por: Ariel Rivers, Jessica González Regalado, Rodolfo Vilchis Ramos, Luis Castillo Villaseñor, Nele Verhulst, Programa de Intensificación Sustentable, Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT)

Los insectos pueden causar daños significativos en la cantidad y calidad de granos básicos durante el almacenamiento, con pérdidas hasta de 40% en distintas partes de México cuando los productores usan prácticas tradicionales, como costales, para guardar su grano. Las tecnologías herméticas, que no permiten la entrada o salida de aire o agua al recipiente, son una buena opción para prevenir estas pérdidas. Los insectos no pueden entrar a los recipientes herméticamente cerrados, ni desarrollarse dentro si se introdujeron con el grano, debido a la la falta de oxígeno en el interior. Sin embargo, es necesario entender el comportamiento de diferentes tecnologías en lugares con diversas condiciones en México. El CIMMYT trabaja con colaboradores en módulos poscosecha para validar tecnologías herméticas, demostrar su uso y manejo a productores, y colectar datos de la incidencia de insectos y las pérdidas que estos causan a granos almacenados.

Presentamos aquí los resultados de nueve módulos poscosecha que se instalaron en 2016 como un caso de estudio (tabla 1), para demostrar la variabilidad tanto en el comportamiento de las prácticas tradicionales para almacenar granos, como en el comportamiento de las tecnologías herméticas. En cada módulo, los colaboradores compararon un recipiente de al menos una tecnología hermética con la práctica tradicional del productor. Se cerraron los recipientes con el grano adentro y los dejaron al menos tres meses sin abrir. Después, se tomó una submuestra representativa de grano de cada recipiente y se identificaron y contaron todos los insectos vivos y muertos en la submuestra. También se cuantificó el porcentaje de granos dañados por insectos en la submuestra.

Los nueve módulos poscosecha evaluaron un costal de polipropileno (COS). En ocho módulos poscosecha se incluyó un silo metálico hermético (SMH), en ocho una bolsa plástica hermética (BPHA: cierre con un nudo; BPHZ: cierre con zíper), y en dos un costal con pastillas de fosfuro de aluminio (COS, PAS). Se almacenaron diferentes cantidades de grano en cada módulo (entre 60 kg en total en Tantoyuca, Veracruz, y 450 kg en total en Zongolica, Veracruz), dependiendo de la práctica local y la disponibilidad de grano del productor cooperante. En los dos módulos en el municipio de Teotitlán de Flores, el colaborador almacenó diferentes tipos de maíz, siempre haciendo la comparación de un testigo (un costal) y una tecnología hermética, resultando en un total de 12 comparaciones en los nueve módulos poscosecha.

En todas las comparaciones, después del almacenamiento, el tratamiento tradicional (el costal, COS) presentó grano dañado por insectos, con un rango entre 20% con un criollo en Tantoyuca I en Veracruz, hasta 100% con criollos en Agua Blanca Iturbide, Hidalgo y Tantoyuca II, Veracruz (tabla 2). En siete de 12 comparaciones, el daño por insectos fue de 60% o más en el tratamiento tradicional (COS). Las tecnologías herméticas (las bolsas plásticas, BPH, y los silos, SMH) presentaron grano dañado por insectos en algunos casos; sin embargo, el porcentaje fue menor que en el costal en todos los casos y no mayor a 5%.

El número total de insectos fue alto en los costales (COS), siempre con más insectos vivos que muertos (tabla 7). En todos los otros casos donde se identificaron insectos, el número de insectos vivos siempre fue más bajo que el número de insectos muertos. En algunos lugares se presentó una incidencia alta de insectos en poco tiempo. Por ejemplo, en Zongolica, Veracruz, donde se almacenó el grano durante tres meses, se encontraron 391 insectos vivos en medio kilogramo de grano en el costal (COS). En otros casos se presentaron menos insectos en un tiempo más largo de almacenamiento; por ejemplo, en Agua Blanca Iturbide, Hidalgo, donde se almacenó el grano por ocho meses, se encontraron 138 insectos vivos en medio kilogramo de grano en el costal (COS).

Los resultados de los módulos poscosecha confirman que las tecnologías herméticas tienen gran potencial para disminuir pérdidas asociadas con insectos durante el almacenamiento, en ambientes diferentes, y con diferentes tipos de maíz. Es importante continuar este trabajo para cuantificar daños sufridos en diferentes prácticas en la gran variedad de condiciones y ambientes que existen para pequeños productores en México. Esto permitirá dar recomendaciones sólidas a los productores y, al mismo tiempo, los módulos poscosecha darán oportunidad de demostrar los resultados a productores y técnicos, y capacitarlos en el uso y manejo de las tecnologías.

Agradecimientos

Martha Reyes Zavala y Gerardo Ramírez Martínez ayudaron en la gestión de módulos y la recolección de datos. Este trabajo se realizó en conjunto con varios colaboradores y todos los hubs donde se instalaron los módulos poscosecha.

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