A través del proyecto Milpa Sustentable en la Península de Yucatán, se evaluaron innovaciones y prácticas sustentables, ya que la producción de alimentos debe contemplar un enfoque de conservación tanto de recursos naturales como de aumento de producción.
Con información de: Carlos Nemías Cámara Caballero.
24 de enero de 2019.
Valladolid, Yuc.- La producción de maíz en la Península de Yucatán es una práctica ancestral que se caracteriza por el empleo del sistema milpa maya, el cual se basa en la roza, tumba y quema. En este sistema el área donde se van a establecer los cultivos debe presentar una exuberante vegetación, la cual será derribada y quemada para cultivar. Este proceso se repite cada año agrícola, y la presencia de árboles de mayor tamaño refleja que existe buena fertilidad y que el suelo ha descansado por un mínimo de 10 años. Sin embargo, conforme al crecimiento poblacional, se pudo apreciar en los recorridos por el ejido de la localidad que no se cuenta con la presencia de alta vegetación.
Con la intervención del proyecto Milpa Sustentable en la Península de Yucatán y el desarrollo de diagnósticos situacionales realizados previamente en la localidad de Tahmuy, Valladolid, se logró detectar que en la zona se estiman rendimientos promedio de 600 kg/ha; generalmente no se aplican fertilizantes; se presentan bajas densidades de población; y hay una cultura muy arraigada de realizar la quema de los residuos de cosecha, lo que repercute en la degradación de los suelos. Por lo anterior, se estableció —con la ayuda del productor cooperante Felipe Pat Ku— el módulo agronómico en que se evaluaron las siguientes innovaciones y prácticas sustentables:
- Aplicación de bioles
- Arreglo topológico
- Agricultura de Conservación
- La variedad empleada es de ciclo largo y se llama Xnuck nal blanco. Las características del suelo en el área permiten clasificarlo como un suelo leptosol (Tzekel) somero, con bajo contenido de materia orgánica y con una superficie total de 1.04 hectáreas.
- En el área testigo, de 3,200 m2, se estableció la variedad del productor. Y el área de innovación, de 8,000 m2, estuvo dividida en dos partes, una con la variedad del productor (Xnuck nal blanco) y la otra con una variedad mejorada de maíz amarillo denominada Nal xoy (4,800 m2).
Xnuck nal blanco |
Xnuck nal blanco |
Nal xoy amarillo |
Aplicación de bioles |
Sin fertilizar |
Aplicación de bioles |
Arreglo topológico
(40,000 P/ha) |
K’ooben pack
Siembra tradicional
(20,000 P/ha) |
Arreglo topológico
(40,000 P/ha) |
Agricultura de Conservación |
Roza, tumba y quema |
Agricultura de Conservación |
Derivado de la intervención y conforme a los eventos de difusión realizados en la zona, varios productores se encuentran motivados a replicar este manejo. “Los tiempos ya cambiaron, y es necesario recibir la capacitación para que sepamos cómo incrementar la producción. Este año me fue bien, y creo que voy a tener maíz para dos años”, indicó el productor.
La producción estimada en la milpa del productor fue:
Xnuck nal blanco |
Xnuck nal blanco |
Nal xoy amarillo |
1,600 kg/ha |
720 kg/ha |
1,920 kg/ha |
El productor manifestó que otros años obtuvo rendimientos promedio de entre 600 y 700 kg/ha. La producción en la zona es destinada al autoconsumo, y un incremento en ella se ve reflejado en un aumento en los alimentos. El proceso de intervención es importante porque genera un impacto en las condiciones de vida de los productores de la comunidad.
La milpa tradicional ha permitido el desarrollo de grandes civilizaciones, ya que es capaz de proveer alimento a los productores; sin embargo, las lluvias son cada vez más irregulares y, de acuerdo con la constante producción, las tierras son cada vez menos fértiles. Por lo tanto, la producción de alimentos debe contemplar un enfoque de conservación tanto de recursos naturales como de aumento de producción.