De abejas y girasoles. Parte 2
Productores de Oaxaca, Chiapas y Campeche están sembrando girasoles para hacer más rentables sus parcelas y, al mismo tiempo, incrementar las poblaciones de polinizadores.
Por: Divulgación-CIMMYT
17 de mayo de 2021
Villa de Tututepec, Oax.- Con flores que llegan a rebasar los 30 centímetros de diámetro y tienen la peculiaridad de “seguir al Sol” —propiedad conocida como heliotropismo—, el girasol (Helianthus annuus) es una especie de origen mexicano —así lo revela nueva evidencia arqueológica— muy llamativa como planta ornamental; sin embargo, sus beneficios agronómicos y ecológicos son igualmente atractivos.
“Otra ventaja del girasol es que es resistente a la sequía. Así el productor invierte menos dinero en los riegos y además con poca agua garantiza que salga su cosecha. Aparte de esta ventaja agronómica, el girasol es de uso pecuario como forraje y de uso ornamental como flor de corte. También se aprovecha su semilla y se obtiene aceite para la industria. Pero además de todas estas ventajas, también hay beneficios a los ecosistemas relacionados con la apicultura”, comenta Ricardo González Sánchez, quien colabora en el Santuario de los Girasoles del Centro de Validación y Transferencia de Tecnología Rural, en la localidad Los Llanos del Espinal, en Villa de Tututepec, Oaxaca.
“Como sabemos, las abejas buscan las flores porque de ellas obtienen néctar y polen, y el girasol, que tiene un área enorme en su cabezuela, les brinda en abundancia estos insumos. En todos los sentidos las abejas se benefician, tanto en la temporada seca cuando no hay flores disponibles en el entorno natural —los girasoles cultivados se convierten entonces en auténticos oasis para las abejas—, como en la temporada lluviosa. Como pueden ver, prácticamente todas las cabezuelas de girasol tienen abejas, lo que significa que están llevando todo ese material a sus colmenas”, comenta Ricardo.
“Algo también muy importante es que en la temporada de lluvias los apicultores deben alimentar a las abejas, ya sea con azúcar o fructuosa, pero es un producto que tienen que comprar. Por eso el girasol es una buena alternativa. Esto no quiere decir que ya no tendrían que alimentarlas, sino que el girasol es una fuente que permite disminuir el consumo de azúcar. Además, la alimentación artificial nunca se va a comparar con la alimentación natural que proporcionan las flores” continúa Ricardo quien, con sus conocimientos sobre el tema apícola y Agricultura de Conservación, contribuye al proyecto Fortalecimiento del Acceso a Mercado para Pequeños Productores de Maíz y Leguminosas en Oaxaca, Chiapas y Campeche, de Walmart Foundation y el CIMMYT.
La diversificación de cultivos es el punto de partida para incentivar diversos cambios positivos en los agricultores, sus familias, sus comunidades y también para sus tierras de cultivo y los ecosistemas de las que forman parte. De acuerdo con el doctor Ravi Gopal Sing, uno de los investigadores del CIMMYT que brinda soporte científico al proyecto, el aumento de la biodiversidad puede ayudar a crear sistemas de producción más sostenibles, por eso esta iniciativa visualiza a la agricultura alineada con la naturaleza y aprovecha las sinergias entre la radiación solar, el suelo, el agua y la agrobiodiversidad.
“La propuesta de implementar girasol fue una recomendación del CIMMYT. Se introdujo como alternativa para mejorar el suelo, y posteriormente vimos en él muchos beneficios, como el apícola y el agroturístico —para promover el aceite comestible en restaurantes y el de uso cosmético en spas—, que es el que estamos impulsando por la cercanía con Huatulco y Puerto Escondido”, comenta Esteban Sotelo Mariche, impulsor del Santuario de los Girasoles del Centro de Validación y Transferencia de Tecnología Rural.
“Con las semillas del girasol también podemos obtener aceite para elaborar jabones, champú, aceites para masajes y aceite alimentario. El cultivo del girasol es un gran apoyo a la economía para la mujer, porque nos permite desarrollar un oficio y podemos tener un mercado para la comercialización de jabones, champús, cremas, tinturas de propoleo, polen, jarabes para la tos y otros productos hechos con la miel de las abejas que visitan los campos de girasoles”, menciona Juana Gómez Ramírez, quien apoya en el Centro de Validación y Transferencia de Tecnología Rural.
En el Santuario de los Girasoles los agricultores y ganaderos locales, incluso amas de cada de las localidades vecinas, pueden acudir para conocer de cerca los beneficios de la diversificación de cultivos. Allí, además de girasol, se cultiva limón y piña y se hace rotación con maíces nativos de diversos colores. Las ventajas de incrementar la diversidad biológica en las tierras de cultivo son notables no solo para el ecosistema, también para la economía de los productores quienes, al diversificar, pueden ingresar a otros mercados donde antes no lo hacían. Como dice Ricardo González, “en ningún momento se quedan estancados con su producto”.
Por todos estos beneficios que ofrece el incremento de la biodiversidad, Juana Gómez invita “a los productores a que vean el cultivo del girasol y otros que son adecuados para la región, hay mucho qué sacarles, el girasol por ejemplo sirve como forraje para el ganado, su aceite, sus flores, hay muchas formas de cómo sacarle provecho. Invito particularmente a las mujeres a que se acerquen, que pidan información, y aquí estamos para apoyarles, hemos impartido cursos apícolas, cursos para elaborar jabones y otros productos que solo es posible obtener gracias a esta asociación entre abejas y girasoles”.
En un contexto donde, de las seis mil especies de plantas cultivadas para la alimentación, solo nueve representan el 66% de la producción total de cultivos en el mundo, proyectos como este son un ejemplo de cómo, desde la agricultura, también es posible incrementar la biodiversidad significativamente. Por esta razón, en el marco del Día Internacional de la Diversidad Biológica (22 de mayo), es importante recordar que los recursos biológicos son los pilares que sustentan la civilización.