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Con prácticas sustentables, estos agricultores de Sonora ahora tienen mejores resultados

Optar por la Agricultura de Conservación les ha permitido a estos agricultores del Sur de Sonora tener ahorros significativos en sus costos de producción, tener una mayor producción y con un menor impacto ambiental.

Por: Hub Pacífico NorteColaborador
27 de junio de 2022

Cajeme, Son.- En el marco de la iniciativa MasAgro-Cultivos para México —de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural y el Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT)— muchos productores del sur de Sonora han adoptado la Agricultura de Conservación ya que han visto mejoras importantes en la reducción de costos y en la capacidad de retención de humedad de sus suelos. 

La familia Icedo Guillén —conformada por María Dolores Guillén Félix, Elva Icedo Guillén y su esposo Espiridion Galaviz—, por ejemplo, cultivan trigo en el Valle del Yaqui y llevan ya cuatro años haciéndolo con Agricultura de Conservación, alcanzando rendimientos muy rentables en cada ciclo agrícola.

A decir de ellos, los buenos resultados los sustentan bajo las siguientes prácticas: cada ciclo establecen el trigo entre el 20 y el 30 de noviembre —la fecha de siembra óptima, de acuerdo con el comportamiento histórico de la región es del 23 al 28 de noviembre—, cuando las temperaturas por lo general son cálidas, así disminuyen el riesgo de una baja emergencia de la semilla, logrando establecer densidades de población adecuadas y sin requerir más semilla —cada ciclo utilizan la misma cantidad de semilla: 160 kilogramos por hectárea— o tratamientos de fungicidas que podrían incrementar sus costos. 

Con la práctica de la Agricultura de Conservación han logrado un buen desarrollo del cultivo con solo tres riegos de auxilio sin ocasionar estrés hídrico a las plantas. Esto es importante porque en ciclos anteriores, en el mismo predio, se requería de un cuarto riego de auxilio, ya que el suelo en esa zona presenta grandes bancos de arena que disminuyen los rendimientos entre 700 y 800 kilogramos por hectárea, pero dejando el cien por ciento de los rastrojo o esquilmos como cobertura total, han logrado estabilizar los rendimientos al incrementar la capacidad de retención de humedad del suelo.

Un punto importante para ellos es que programan el último riego de auxilio entre los 98-100 días después de la siembra, disminuyendo el riesgo de acame y observando que el cultivo llega a su madurez fisiológica de manera satisfactoria por la capacidad de retención de humedad del suelo. En ciclos anteriores, con la labranza convencional, comentan que esto simplemente no era posible.

Por inquietud propia, comentan,  durante el ciclo agrícola 2020/2021, decidieron realizar la quema de gavilla en aproximadamente tres hectáreas, con la finalidad de evaluar y comparar los rendimientos contra otras tres hectáreas contiguas con cobertura total de rastrojo. Los resultados, cuentan, fueron por demás evidentes: el rendimiento en el área con quema de gavilla disminuyó en 740 kilogramos en comparación con el área con cobertura total.

Para esta familia y equipo de trabajo existen varias buenas razones para practicar la Agricultura de Conservación y entre ellas, mencionan, está la reducción de costos de producción —en aproximadamente $2,500 por hectárea—, la posibilidad de establecer el cultivo en fechas óptimas, la mejora de los procesos del suelo relacionados con la retención de humedad y el control de la erosión, así como la posibilidad de hacer más eficiente el uso de agua de riego.

Con respecto a los rendimientos, ellos recuerdan que con la práctica de la labranza convencional los rendimientos eran inestables, de alrededor de 7.4 toneladas por hectárea —y siempre con una baja considerable en las zonas arenosas—, mientras que en los recientes ciclos agrícolas con Agricultura de Conservación los rendimientos han sido muy satisfactorios (de hasta 8.6 toneladas por hectárea), rentables y con costos menores, lo que, a su decir, los deja con más recursos en el bolsillo y al mismo tiempo son más cuidadosos y empáticos con el medioambiente.

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