Oaxaca.- La canavalia es una leguminosa conocida en el sureste mexicano como “frijolón”, “frijol espada” o “frijol rabia”. Es una planta de germinación rápida (de tres a cinco días) que crece bien en tierras bajas y hasta los 1,000 metros sobre el nivel del mar. Su cultivo va de los 170 a los 240 días y puede tener un ciclo de vida de entre tres y cuatro años. Mide entre 60 cm y 1 m; tiene raíces profundas y pivotantes (que crecen en línea recta hacia abajo); sus tallos son de color púrpura, y sus flores, rosadas; y sus vainas miden entre 25 y 30 cm de largo y 3.5 cm de ancho (son aplastadas y con forma de espada) y cada una da entre 12 y 20 semillas redondeadas, ligeramente aplastadas, lisas y de color blanco.
Este cultivo ayuda a la conservación de los suelos y se adapta a condiciones adversas. Es resiliente, prospera en suelos con baja fertilidad y tolera la sequía (se ha registrado que puede soportar casi siete meses de sequía y aun así desarrollarse vigorosamente a la llegada del nuevo temporal). También tolera la sombra (cuando se asocia con maíz, la sombra moderada le permite tener un crecimiento vigoroso) y soporta moderadamente las inundaciones (en condiciones húmedas, es propensa a enfermedades por hongos).
La canavalia normalmente es establecida como un abono verde, pues aumenta los niveles de materia orgánica en el suelo (puede producir hasta 35 toneladas de materia verde por hectárea). Además, es una planta que ofrece múltiples beneficios:
- Impide el paso de luz para las malezas, limitando su desarrollo (al inicio de su desarrollo requiere un control de malezas, pero a los 60 días después de la siembra comienza a ejercer control sobre estas). Ya que su crecimiento es lento, se puede mezclar con otros cultivos de cobertura anuales (como la crotalaria) para controlar las malezas.
- Fija nitrógeno atmosférico por su simbiosis con los rizobios (un tipo de bacterias). Se estima que puede aportar alrededor de 231 kg de nitrógeno por hectárea y que mejora el nivel de nutrientes disponibles (aumenta, por ejemplo, la disponibilidad de hierro y zinc).
- Controla la erosión cuando se utiliza como cultivo de cobertura (sus hojas y tallos forman una capa protectora que en época de lluvias no permite que las gotas impacten directamente en el suelo), por lo que es una planta adecuada para cultivarse en laderas.
- Sus semillas sirven para elaborar diversos suplementos para la alimentación animal (no se recomienda usarla directamente como forraje). Debido a que contiene una sustancia tóxica, la canavanina, esta planta se usa con fines medicinales, pero no es totalmente adecuada para la alimentación humana. Aun así, hay comunidades que consumen las semillas tiernas y preparan las vainas a las brasas.
Además, cultivar canavalia ayuda a intensificar los sistemas agrícolas. Su rendimiento está en función de las prácticas agronómicas y el arreglo topológico (la distribución de las plantas sobre la superficie sembrada), el cual dependerá del objetivo del cultivo. Si se siembra para cobertura del suelo, se puede establecer con 1 m de distancia entre surcos y 0.5 m entre plantas (con dos semillas por mata). Para la producción de semilla, la distancia puede ser de 1 m entre surcos y entre plantas (igual con dos semillas por mata).
Con todas estas características, la canavalia es una opción para diversificar cultivos y lograr sistemas agroalimentarios más sustentables y rentables. La Agricultura de Conservación es un sistema en el que la diversificación es un componente básico, ya que no solo aporta beneficios al suelo, sino que también contribuye a reducir la incidencia de malezas y plagas. Si quieres conocer más sobre este tipo de prácticas sustentables, suscríbete al Boletín EnlACe.