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Para garantizar la rentabilidad, productores de frijol optan por la Agricultura Sustentable

Ante la variabilidad de los precios del grano en el mercado, productores de Villa Juárez, Sonora, han optado por cultivar con Agricultura de Conservación para garantizar la rentabilidad del cultivo.

Por: Hub Pacífico NorteColaborador
29 de junio de 2020

Villa Juárez, Son.- Los Enríquez Corrales son una familia productora de Villa Juárez que desde hace dos años ha elegido cultivar frijol de una manera diferente: con Agricultura de Conservación. La razón de optar por esta innovación es que los precios del grano son muy variables en el mercado (van de los $12,000 a los $30,000 por tonelada), así que para garantizar la rentabilidad del cultivo y obtener ganancias suficientes, buscaron un esquema de costos de producción mínimos y así encontraron la Agricultura de Conservación.

Con el acompañamiento técnico de la red de colaboradores del Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT), la familia Enríquez estableció frijol sobre soca (rastrojo o residuos agrícolas) de cártamo durante dos ciclos consecutivos (2017-18 y 2018-19) en una superficie de 10 hectáreas (en el block 2118, en una zona conocida como “el pozo arenero”).

Destaca que se usó una variedad (‘Azufrado Higuera’) adecuada para las características de la zona, se buscaron fechas de siembra óptimas (para reducir el riesgo de afectaciones por heladas) y se realizaron tres riegos de auxilio después de la siembra. Por supuesto, se cubrió el suelo con los residuos del cultivo anterior y se realizó mínima labranza (ambos componentes básicos de la Agricultura de Conservación).

Los rendimientos obtenidos fueron muy similares (2.2 y 2.3 toneladas por hectárea [t/ha], respectivamente) y la calidad y el tamaño del grano fueron buenos, con el color amarillo firme característico de la variedad sembrada y el tamaño requerido en el mercado.

El precio de venta durante el primer ciclo fue de $23,000 por tonelada y en el ciclo posterior fue de $20,000, comprado directamente en el campo, sin cribar, lo cual también significó un ahorro considerable. De esta manera, la familia notó un incremento en su utilidad, ya que si bien los rendimientos en frijol en la zona fueron de alrededor de 2.2 t/ha con labranza convencional, los Enríquez tuvieron la ventaja de reducir sus costos de producción (que con labranza convencional son de alrededor de $3,000 por hectárea debido a las labores de preparación del suelo: rastreos, emparejes, zanjeos, etc.).

La rotación con cártamo y frijol se ha constituido como una buena alternativa para los productores de Villa Juárez. Algunos, al igual que la familia Enríquez Corrales, han comenzado a adoptar la Agricultura de Conservación para reducir costos, optimizar sus fechas de siembra y conservar el suelo (el principal recurso del que disponen para seguir presentes en el mercado de frijol).

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